TIC y educar ciudadanos
Unidad 3: Prácticas de ciudadanía de los jóvenes: más allá de la generación
digital
Lectura de referencia: “Los
nuevos medios y la democratización de la cultura”, publicada en: El Monitor de
la Educación No. 26, 2010, pp. 35-38. Entrevista de Ines Dussel a Henry Jenkins.
El potencial de las nuevas tecnologías y la democratización de la
cultura
¿Son los medios y las nuevas tecnologías
presentes en nuestros contextos, el escenario ideal para procesos más democráticos
y participativos de las comunidades? Para Henry Jenkins, definitivamente
si, inicialmente por el cambio o integración
de roles, es decir por la posibilidad para el ciudadano del común de ser
productor de contenidos, en lugar de solo consumidor, siendo estas producciones
para si mismo (DIY) o para -y desde una comunidad- (DIO).
El proceso de democratización no
se presentará sin inconvenientes, como el conflicto de intereses entre el
productor consumidor y el propietario de las plataformas, por ser claramente
las nuevas tecnologías un negocio, donde la industria comercial aun tiene un
peso considerable y aun vende en las redes, en las salas de chat y en los
medios masivos de comunicación.
Otro inconveniente para este
proceso de democratización es lo banal y su proliferación en las redes, el auge
de lo contenidos producidos para si mismo de actividades que no resultan relevantes
para una comunidad ni que aportan a la construcción de espacios participativos
en las redes y con las nuevas tecnologías. Claro que interpretando a Jenkins en la entrevista, la producción y lo
que se comparte esta en muchos niveles, entre lo espectacular y lo banal, y
mucha de esa producción corresponde a la cotidianidad del usuario, y una buena porción
de ello es banal.
Si bien es cierto, que los
canales están abiertos, es decir un número creciente de personas tienen acceso
a dispositivos tecnológicos y conexiones a internet, aun la brecha es amplia, y
ya no esta dada por la edad o el grupo poblacional al que se pertenezca, bien
lo aclara Ines Dussel en el documento del modulo al cuestionar con validos
argumentos el concepto de “Nativo digital”, el uso exitoso de los recursos y la
participación en la red no están condicionados por la edad sino por el uso de
dichos recursos, y es allí donde la brecha es evidente, no podemos hablar de un
nativo digital sino -como señala Beth Coleman- de una generación X, definida
como un grupo heterogéneo (en edad y origen) en donde media la experiencia dentro
y fuera de internet y que presenta un uso intensivo de las herramientas disponibles.
Otro elemento que toca Jenkins es
el de las competencias, docentes en este caso, pero es posible aplicarlo al
grueso de usuarios, no limitándolo a las competencias técnicas, que para este
autor son importantes, pero no suficientes, las que si son realmente
fundamentales son las que él llama “Hábitos de la mente” siendo estas
competencias de carácter social y cultural, fundamentales para la democratización
de la cultura y coincidiendo con Esther
Hargittai en que la participación exitosa en internet necesita de habilidades sofisticadas,
es allí donde esta el verdadero potencial de la escuela para transformar su
papel en la formación de ciudadanos, el dilema será si la escuela tomara el llamado
y aceptara el riesgo.
Y el papel de la escuela
La situación actual de la formación
de ciudadanos se encuentra en un interesante cruce de caminos, por un lado
puede tomar la ruta de exaltar el recurso por sobre las relaciones sociales y
culturales, dotando de cualidades divinas a las que representan solo
herramientas de interacción; por otro lado puede restar reflexión y critica a las
acciones que acompaña en línea, este camino representa uno de los peligros mas
latentes, el activismo con fecha de caducidad entendiéndose como la extrema
sensibilidad frente a lo que le muestran los medios o la producción en línea,
pero dejando de preocuparse por indagar mas sobre ellas y evaluar tanto puntos
de vista como fuentes, una situación que
se evidencia en los jóvenes y niños cuyas búsquedas están mediadas por la obtención
de resultados fáciles y rápidos, y sus interacciones por la afectividad y los
intereses personales.
En esta encrucijada la escuela
puede resultar decisiva, si toma un papel protagónico en la formación de
ciudadanos, no limitándose a los recursos, ni exaltando a la red como formadora
autónoma, sino preocupándose por formar en las competencias adecuadas como el
trabajo en equipo, la garantía de los derechos humanos y la reflexión crítica
sobre las actuaciones que los ciudadanos -productores y consumidores- están
llamados a hacer en un contexto donde la relación con medios y tecnologías esta
a la orden del día.
Aportes y obstáculos del incremento de la participación ciudadana
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