Prácticas de ciudadanía y democratización de la cultura

domingo, 29 de julio de 2012 0 comentarios


TIC y educar ciudadanos
Unidad 3: Prácticas de ciudadanía de los jóvenes: más allá de la generación digital

Lectura de referencia: “Los nuevos medios y la democratización de la cultura”, publicada en: El Monitor de la Educación No. 26, 2010, pp. 35-38. Entrevista de Ines Dussel a Henry Jenkins.



El potencial de las nuevas tecnologías y la democratización de la cultura
¿Son los medios y las nuevas tecnologías presentes en nuestros contextos, el escenario ideal para procesos más democráticos y participativos de las comunidades? Para Henry Jenkins, definitivamente si,  inicialmente por el cambio o integración de roles, es decir por la posibilidad para el ciudadano del común de ser productor de contenidos, en lugar de solo consumidor, siendo estas producciones para si mismo (DIY) o para -y desde una comunidad- (DIO).

El proceso de democratización no se presentará sin inconvenientes, como el conflicto de intereses entre el productor consumidor y el propietario de las plataformas, por ser claramente las nuevas tecnologías un negocio, donde la industria comercial aun tiene un peso considerable y aun vende en las redes, en las salas de chat y en los medios masivos de comunicación.

Otro inconveniente para este proceso de democratización es lo banal y su proliferación en las redes, el auge de lo contenidos producidos para si mismo de actividades que no resultan relevantes para una comunidad ni que aportan a la construcción de espacios participativos en las redes y con las nuevas tecnologías.  Claro que interpretando a  Jenkins en la entrevista, la producción y lo que se comparte esta en muchos niveles, entre lo espectacular y lo banal, y mucha de esa producción corresponde a la cotidianidad del usuario, y una buena porción de ello es banal.

Si bien es cierto, que los canales están abiertos, es decir un número creciente de personas tienen acceso a dispositivos tecnológicos y conexiones a internet, aun la brecha es amplia, y ya no esta dada por la edad o el grupo poblacional al que se pertenezca, bien lo aclara Ines Dussel en el documento del modulo al cuestionar con validos argumentos el concepto de “Nativo digital”, el uso exitoso de los recursos y la participación en la red no están condicionados por la edad sino por el uso de dichos recursos, y es allí donde la brecha es evidente, no podemos hablar de un nativo digital sino -como señala Beth Coleman- de una generación X, definida como un grupo heterogéneo (en edad y origen) en donde media la experiencia dentro y fuera de internet y que presenta un uso intensivo de las herramientas disponibles.

Otro elemento que toca Jenkins es el de las competencias, docentes en este caso, pero es posible aplicarlo al grueso de usuarios, no limitándolo a las competencias técnicas, que para este autor son importantes, pero no suficientes, las que si son realmente fundamentales son las que él llama “Hábitos de la mente” siendo estas competencias de carácter social y cultural, fundamentales para la democratización de la cultura  y coincidiendo con Esther Hargittai en que la participación exitosa en internet necesita de habilidades sofisticadas, es allí donde esta el verdadero potencial de la escuela para transformar su papel en la formación de ciudadanos, el dilema será si la escuela tomara el llamado y aceptara el riesgo.

Y el papel de la escuela
La situación actual de la formación de ciudadanos se encuentra en un interesante cruce de caminos, por un lado puede tomar la ruta de exaltar el recurso por sobre las relaciones sociales y culturales, dotando de cualidades divinas a las que representan solo herramientas de interacción; por otro lado puede restar reflexión y critica a las acciones que acompaña en línea, este camino representa uno de los peligros mas latentes, el activismo con fecha de caducidad entendiéndose como la extrema sensibilidad frente a lo que le muestran los medios o la producción en línea, pero dejando de preocuparse por indagar mas sobre ellas y evaluar tanto puntos de vista como  fuentes, una situación que se evidencia en los jóvenes y niños cuyas búsquedas están mediadas por la obtención de resultados fáciles y rápidos, y sus interacciones por la afectividad y los intereses personales.

En esta encrucijada la escuela puede resultar decisiva, si toma un papel protagónico en la formación de ciudadanos, no limitándose a los recursos, ni exaltando a la red como formadora autónoma, sino preocupándose por formar en las competencias adecuadas como el trabajo en equipo, la garantía de los derechos humanos y la reflexión crítica sobre las actuaciones que los ciudadanos -productores y consumidores- están llamados a hacer en un contexto donde la relación con medios y tecnologías esta a la orden del día.

Aportes y obstáculos del incremento de la participación ciudadana


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